La quinta tradición dice que el propósito primordial a una reunión es llevar el mensaje de OA a los que todavía sufren. En este espíritu asistí una reunión en Valladolid por teléfono. Estaba en casa. La compañera me pidió ayuda porque estaba sola y vino un recién llegado. Tengo que prestar más atención y estar atenta porque en casa hay más distracciones que fuera en una reunión presencial. Cierro mis ojos y me imagino sentada con los otros dos compañeros en un círculo leyendo, escuchando y compartiendo la experiencia, fortaleza y esperanza colectiva de los comedores compulsivos en recuperación. Todos compartimos más que una vez, hay mucho tiempo. Siento muy conectada.
«Funciona si lo trabajas», es un lema que decimos mucho en las salas. Los compañeros con la buena voluntad a llamar y participar vía telefónica están trabajándolo para que funcione. Su ejemplo me anima cuando me da pereza ir a una reunión o hacer un servicio que pienso que no tiene mucho valor. Si tiende la mano y el corazón de OA a todos los que sufren de mi compulsión, entonces tiene el valor de salvar vidas.
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