Cuando vine por primera vez a OA vi una sala llena de personas con mucho peso y pensé “Este no es mi sitio”. La segunda vez que vine vi gente con sobrepeso y también otras personas muy delgadas, pero solo una dos personas en un peso normal. Otra vez pensé “Este no es mi sitio”. No podía relacionar esos extremos de peso o tamaño. Estaba juzgando la recuperación de los miembros de OA por el tamaño de su cuerpo.
Finalmente, cuando reconocí que necesitaba OA más que parecerme físicamente a otros miembros, aprendí que la talla no es mi problema. Me quito el sombrero ante esos miembros que han mejorado su salud significativamente con una pérdida de peso, pero esa todavía no era mi situación. Mi obsesión por la comida no era evidente desde el exterior.
Hasta hoy he mantenido un peso corporal saludable durante 18 años habiendo perdido entre 6 y 10 kg. Mi mente, sin embargo, esta 50 kg menos obsesionada y compulsiva acerca de la comida. La mayor parte de mi recuperación fue un trabajo interior.
Desde dentro afuera la recuperación me hace sentir ante todo más segura en mi misma. Estoy mucho menos preocupada de la vida. Soy más valiente y libre de arriesgarme a mi misma sabiendo que estaré bien, no importa en qué circunstancias. (Gracias a una conexión con mi poder superior). Mi vida se siente más cuerda y menos frenética. Cuando esos sentimientos de pánico emergen, mis herramientas de OA los despejan y pido ayuda porque se como tomar las mejores decisiones acerca de mi vida. Esto es cuando estoy en calma y abierta a la voluntad de mi poder superior, donde quiera que esa voz se exprese:  en una oración, en una reunión, en mi madrina, en un ahijado,o en un compañero de viaje.
Cuando mis compañeros de oa demuestran acciones y comportamientos que me inspiran, veo su recuperación. Espero que mi recuperación interior se manifieste en comportamientos o acciones que reflejen mis actitudes de programa de doce pasos acerca de la compasión, coraje, humor, honestidad, esperanza, fe, paciencia, aceptación, integridad, buena voluntad, autodisciplina, humildad, perseverancia, gratitud, servicio, y amor.
Apadrinar, asistir a reuniones, y hacer servicio me ayuda a mantener mi recuperación fresca. Acercarme a los recién llegados me mantiene humilde y más despierta que nunca acerca de cómo mis acciones y actitudes tienen efecto en otros. Quiero que los recién llegados se sientan bienvenidos y comprendidos. Solo en caso de que un recién llegado es como yo era en mi primera reunión, quiero que mi comportamiento, bienvenida y aceptación, hablen más alto que el peso de cualquiera de nosotros.