Cuando llegué a OA, alguien me dijo que la sensación de hambre que yo tenía, no era tal, sino que era la enfermedad.
Naturalmente, no le creí. ¡Qué iba a saber ella sobre lo que me pasaba a mí!!!!

Tras algún tiempo en OA, he aprendido a leer mis emociones y mis sentimientos en la sensación de inestabilidad que se me pone en la base del estómago.

Yo antes, no sabía sentirme, no era consciente que no me permitía a mí misma sentir ni mis emociones ni sentimientos: tenía abotargada –creo que en parte por el mucho sufrir- la capacidad de sentir, y me tenía prohibidos la mayor parte de mis sentires.

Ahora noto como una gruesa piel entre lo que notaba y mi interior. Es como si ahora desde lejos en el tiempo yo fuera capaz de sentir esa coraza que tenía y aunque me protegía de más dolor, me impedía salir al mundo exterior.

Ahora casi diría que me siento como una tortuga mudando el caparazón. Sí. Con todas las connotaciones:

Soy sensible, voy pasito a pasito  muy lentamente… y estoy expuesta al exterior, pero no estoy indefensa, mi nuevo flexible y traslúcido caparazón crece desde mi interior. Ahora sí, es mi casa, mi hogar. No mi corsé.

No obstante, a pesar de mi permeable caparazón hay un lugar donde yo percibo mis emociones y es en la base de mi estómago. Sí, ahí se me ponen, pero ahora me doy cuenta, no necesito del caparazón para mantenerlas dentro de mí…

Y sí, ciertamente, siento inestabilidad en la base del estómago, a eso yo le suelo llamar HAMBRE, es mi sensación de hambre y por eso solía intentar calmarlo con comida.

Son muchas las ocasiones en las que siento esa sensación de hambre, por ejemplo cuando me emociono porque una persona inesperada me dice que quiere quedar conmigo si yo quiero. La alegría surge también en mi estómago.

Por ejemplo cuando alguien me critica; por ejemplo cuando me autocompadezco porque me siento la más desgraciada…; por ejemplo cuando me centro en una actividad y estoy horas concentrada, de repente despierto y siento: “ una enorme sensación de hambre ”; por ejemplo cuando estoy muy cansada yo no pienso en descansar, deseo seguir haciendo cosas y siento “HAMBRE”. Cuando me enfado, cuando me asusto, cuando…

También noto sensación de hambre cuando anticipo que voy a estar muchas horas fuera de casa y tengo miedo de tener hambre y no poder comer…

También algunas noches me despierto en mitad de la noche con una  sensación de hambre feroz, y me pregunto ¿cuántas horas debo dejar pasar antes de comer algo?

¿Todavía sigo pensando que es hambre?

¿hambre o ansiedad?

Ahora sé que en la mayoría de los casos no lo es.

Ahora sé que comiendo no se pasa.

Ahora sé que “ese deseo de lo indefinido” lo puedo llenar con un breve párrafo de nuestra literatura, música, u otro alimento espiritual.

Esto no me lo ha dicho nadie y me lo ha dicho OA,

Esto lo he ido comprobando y experimentando en OA

En mi mano está ponerlo en práctica,  recordarlo, y pedir ayuda a mi PS para ello.